Perú – Sur América
Ruta Andina a Cusco, Camino a la Historia Inca
Descubra la magia de la Ruta Perú a través de ruinas antiguas y experiencias inolvidables.
Explorando Perú, Desde Tumbes hasta Cusco
Enero de 2018 se presentó como la oportunidad perfecta para emprender una nueva Ruta Sur América.
Con la mochila cargada de sueños y una cámara lista para capturar cada instante, me dispuse a cruzar Colombia y Ecuador en un viaje vertiginoso que me llevaría hasta las tierras misteriosas del Perú.
El viaje comenzó en la frontera de Ecuador con Perú, donde la ciudad de Tumbes me dio la bienvenida. Pasé un par de días recorriendo su plaza, dejando que el calor del trópico me envolviera mientras planeaba mi siguiente movimiento. Los caminos de Perú me esperaban, y con cada camión, auto y amable conductor que encontraba en mi ruta, me adentraba más en este país lleno de contrastes.
Mi próxima parada fue Máncora, un paraíso costero donde las olas del Pacífico me invitaron a dejarme llevar por su ritmo. Allí, disfruté de unos días de sol y mar, compartiendo charlas con viajeros de todo el mundo, cada uno con una historia única que contar. Pero la llamada de la ruta era fuerte, y después de un breve descanso, continué mi camino hacia el sur.
Atravesé el imponente desierto peruano, un paisaje árido que contrastaba con la calidez de las personas que encontraba en mi camino. Llegué a Cajamarca, una joya escondida en las alturas de la Sierra. La ciudad me recibió con sus calles empedradas y su atmósfera medieval, donde me sumergí en las festividades locales, celebraciones que parecían transportar a otro tiempo.
Caminos y Paisajes en un Viaje Inolvidable
Desde Cajamarca, mi viaje me llevó a Cajabamba, y fue allí donde la magia del viaje me sorprendió una vez más.
Una amable familia me acogió y, con su ayuda, emprendí un recorrido inolvidable hacia Lima. En el camino, las ruinas de Chan chan me dejaron sin aliento, un testimonio silencioso de la grandeza de antiguas civilizaciones. La Plaza de Trujillo, con su vibrante colorido, fue otra parada que quedará grabada en mi memoria.
Lima, la capital, me ofreció un respiro. Pasé una semana explorando sus barrios, degustando su gastronomía y sintiendo el pulso de una ciudad que mezcla lo antiguo con lo moderno. Pero la ruta me llamaba de nuevo, y mi siguiente destino fue el sur, hacia Ica, donde el oasis de la Huacachina me esperaba como un espejismo en medio del desierto. Allí, entre dunas y atardeceres dorados, comprendí por qué este lugar es un paraíso para los aventureros.
Antes de terminar mi viaje, no podía dejar de visitar Pisco, donde probé el famoso pisco peruano y brindé por todas las experiencias vividas. Finalmente, el Cusco fue el broche de oro de este recorrido. La ciudad, cargada de historia y misticismo, me preparaba para el gran final Machu Picchu.
Cada kilómetro recorrido, cada encuentro y cada paisaje, se convirtieron en parte de esta historia que apenas comenzaba.
Si quieres seguir explorando, te invito a leer la entrada sobre Machu Picchu, donde detallo mi experiencia en la ciudadela sagrada de los Incas. ¡Nos vemos en la próxima aventura!
Ruta Sur América, Perú
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