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Viaje a Bangkok Tailandia

Entre el bullicio moderno y los templos de una historia milenaria

Nuestro viaje a Bangkok fue una aventura de trenes, templos majestuosos y el descubrimiento de una historia fascinante en cada rincón.

Una llegada agitada a la capital

Nuestra aventura en Bangkok inició al abordar un tren nocturno desde Surat Thani. Fue un viaje de aproximadamente 10 horas, una travesía que no se parecía a nada que hubiéramos vivido antes. Los vagones eran antiguos y el ruido nos acompañó toda la noche. A estas alturas, pensamos que un viaje en tren de larga distancia sería silencioso y moderno, pero este nos dio una perspectiva más auténtica de la vida en el país. El viaje fue vibrante y emocionante, y llegamos a la mañana siguiente listos para explorar.

El recorrido finalizó en Bang Sue Grand Station con una grata sorpresa: era fin de semana y estábamos en la celebración del Año Nuevo Chino, por lo que el metro era completamente gratuito. Esto nos permitió movernos libremente y sin costos adicionales, un gran beneficio para nosotros. Tomamos el mapa, nos ubicamos rápidamente y, con la ayuda del personal que hablaba inglés, llegamos a la estación más cercana a nuestro hospedaje. Desde allí, caminamos unos 15 minutos hasta nuestro destino.

Primeros pasos en la ciudad

Nuestro hospedaje era el Matchbox Bangkok Hostal. Aunque la ubicación era buena, nuestra primera experiencia allí no fue la mejor. Llegamos temprano y no nos permitieron dejar nuestras mochilas para esperar. Tuvimos que volver a salir con todo nuestro equipaje a cuestas. Por suerte, había un gran centro comercial cerca. Aprovechamos para almorzar y recorrerlo antes de regresar para hacer el check-in.

El hospedaje era una habitación de 10 camas con cubículos, similar a otros en los que nos habíamos quedado en Tailandia. Sin embargo, el lugar no era el más limpio y se sentía algo caótico. A pesar de eso, nuestro cubículo estaba en buenas condiciones. Al final, aprovechamos la ubicación para explorar la zona y disfrutar del primer día.

Templos y descubrimientos inesperados

Al día siguiente, tomamos el metro para ir en busca de los templos de la ciudad, pero nuestra primera parada fue el famoso mercado de Chatuchak. La vida vibrante de Bangkok se sentía en cada rincón. Recorrimos las tiendas, probamos diferentes alimentos y vivimos el caos de este lugar. Si bien los precios no eran tan diferentes a los que encontraríamos en un mercado latinoamericano, la energía y la variedad de productos era única.

Luego, fuimos al Wat Pho Temple para admirar al gran Buda reclinado. Este lugar, fundado en el siglo XVI, es uno de los templos budistas más antiguos y grandes de Bangkok. La gran estatua del Buda reclinado mide 46 metros de largo y 15 metros de alto, lo que le da una dimensión imponente a la experiencia. La tarde la pasamos en Chinatown, sumergiéndonos en la celebración del Año Nuevo Chino. El barrio chino de Bangkok, uno de los más antiguos del mundo, se estableció en 1782 y se ha convertido en un centro de comercio y cultura. Recorrimos las calles, probamos la comida y disfrutamos de las manifestaciones culturales.

El tercer día, tuvimos una cita en la embajada para la visa de Australia, y luego de eso continuamos con nuestra ruta de templos. La primera parada fue el Pak Khlong Talat (Mercado de las Flores). Después fuimos al Wat Arun Viewing Point, donde admiramos la belleza del templo que se alza majestuoso al otro lado del río. Más tarde fuimos a otro lugar que nos dejó una huella: el templo Wat Pak Nam Phasi Charoen.

Este era uno de los lugares que más queríamos ver por el gran Buda dorado que se encuentra allí, pero para nuestra sorpresa, estaba en reparación. El Buda, de 69 metros de altura y 40 metros de ancho, estaba cubierto para su mantenimiento. Si bien nos llevamos una pequeña decepción, nuestra visita nos permitió descubrir la Pagoda, un lugar especial y poco visitado. Allí, en la cúpula más alta, hay un Buda de esmeralda. El lugar es sumamente bello, se siente una paz increíble, y tuvimos el privilegio de estar allí a solas por varios minutos.

Un día en la historia de Tailandia

Nuestro último día antes de partir, lo dedicamos a una aventura fuera de la ciudad. Tomamos un tren que nos llevó a Ayutthaya, una antigua ciudad histórica. Fundada en 1350, fue la capital del Reino de Siam por más de 400 años, hasta que fue destruida en 1767. Hoy es un sitio arqueológico reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los pasajes no pudimos comprarlos con anticipación, lo que nos llevo a estar en la estación de tren una hora antes y asi encontrar un lugar sin contratiempos. Pasamos todo el día recorriendo la ciudad en un tuk-tuk y comiendo en restaurantes locales. Volvimos a Bangkok en la tarde noche, agotados pero felices.

El siguiente día, organizamos nuestras pertenencias, hicimos el check-out y nos dirigimos a la estación principal de buses para tomar el bus nocturno que nos llevaría a nuestro próximo destino: Chiang Mai.

El valor de un viaje a Bangkok

Nuestro viaje a Bangkok nos enseñó a abrazar la vida urbana. Fue un destino que nos desafió en algunos aspectos, pero nos recompensó con una gran cantidad de experiencias que no hubiéramos podido tener de otra manera. Nos demostró que la belleza de un lugar no siempre está en los monumentos más famosos, sino en los descubrimientos inesperados, en la honestidad de la vida local y en la forma de vivir el día a día.

Consejos y Recomendaciones

Nuestros consejos para tu viaje a Bangkok

  • Tren Nocturno: Si tomas el tren de larga distancia, considera una clase media o alta. La clase baja puede ser muy incómoda.
  • Metro: Usa el metro. Es fácil de usar, la señalización es clara y es muy cómodo.
  • Hospedaje: Investiga bien los hospedajes. Aunque los precios sean bajos, asegúrate de que ofrezcan un servicio de calidad.
  • Templo: Planifica tus visitas a los templos. No intentes verlos todos. Elige los que más te interesen para no sentirte abrumado.
  • Comida: Come siempre en los restaurantes locales y en los mercados callejeros. El sabor es auténtico y los precios son muy económicos.
  • Comunicación: No tengas miedo de preguntar. La mayoría de las personas que trabajan en turismo en Tailandia hablan inglés.
  • Transporte: En la ciudad, puedes usar el metro para evitar los grandes trancones.
  • Mercados: Los mercados como Chatuchak son perfectos para encontrar recuerdos y probar la comida local.

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