
Visitar Borobudur
Nuestra Experiencia En El Templo Budista Borobudur
Exploramos el templo budista más grande del mundo en nuestra ruta por Java. Una experiencia de inmersión total que nos mostró una nueva faceta de Indonesia.
Después de sumergirnos en la cultura hindú en Bali, nuestra siguiente parada en la isla de Java nos presentó un dilema: ¿elegir el templo hindú de Prambanan o el templo budista de Borobudur? Guiados por nuestro deseo de una nueva experiencia, optamos por acercarnos a la filosofía budista en uno de sus templos más grandes del mundo. Esta decisión nos llevó a una aventura de inmersión total, lejos de los tours tradicionales, y nos regaló una profunda conexión con el simbolismo del templo y la paz de la búsqueda del Nirvana.
La Decisión de un Viajero
Nuestra intención al llegar a Yogyakarta era clara: conocer uno de los templos más importantes de Java. Sin embargo, el tiempo y el presupuesto nos forzaron a elegir entre Prambanan, un complejo de templos hindúes, o Borobudur, el imponente templo budista. Como verdaderos exploradores, nos encanta abrazar lo desconocido y dado a que ya habíamos tenido un primer acercamiento a la cultura hindú en Bali, decidimos abrirnos a una nueva religión y experiencia. Optamos por visitar Borobudur, a nuestro ritmo, buscando, hablando y recorriendo cada rincón por nuestra cuenta.

Viajando a Borobudur por Nuestra Cuenta
Para nosotros, la verdadera esencia de un viaje es la libertad de movernos a nuestro propio ritmo. Aunque esto requiere más planificación, siempre evitamos los tours y preferimos encargarnos de la logística. En Yogyakarta, nuestro hospedaje, Rumah Kalpataru (Reserva con Booking aquí), fue clave. Nos ayudaron con los pagos y las reservas, ya que solo aceptaban tarjetas locales. Con las indicaciones que nos dieron, caminamos por el centro hasta una caseta de Damri, la empresa de buses locales. Nos informaron que desde allí salía un bus que nos llevaría directamente hasta Borobudur.
El servicio de bus fue una grata sorpresa: cómodo, limpio y con una conducción más prudente de lo que habíamos visto en otras rutas de Indonesia. El bus salía a las 7 de la mañana y llegamos entre las 8:30 y 9:00 am al pueblo de Borobudur. Allí, nos recibieron los locales que siempre están dispuestos a ayudar con transporte, pero con nuestro espíritu aventurero, decidimos caminar. La distancia era de solo un kilómetro y el camino nos dio la oportunidad de indagar en la cultura local, mientras atravesábamos un mercado callejero.

La Entrada al Templo: Un Recorrido Ordenado
Llegar temprano fue una decisión brillante, ya que el flujo de visitantes era aún bajo. La organización en la entrada del parque temático era impecable y el personal era muy amable. Al ingresar, tomamos un carrito de golf con conductores muy carismáticos que nos explicaron algunas cosas en el camino. Al bajarnos, pasamos a una oficina para validar nuestros tickets y luego, antes de que nos asignaran a un guía en el salón principal, nos entregaron unas sandalias especiales para ingresar al templo, las famosas sandalias de Borobudur.
Ascendiendo en el Templo de Borobudur
A las 11 de la mañana, nuestro turno fue anunciado y nos asignaron a un grupo pequeño de unas diez personas con un guía que hablaba inglés. El recorrido fue fluido y nos permitió ascender por los niveles del templo. Cada escalón era un paso más cerca de la cima, el punto que en la tradición budista simboliza el Nirvana. La energía del lugar es muy especial. Desde lo alto, las vistas panorámicas son increíbles, y nos sentimos afortunados de ser testigos de su majestuosidad.

El Simbolismo de la Piedra
Borobudur es mucho más que una estructura; es una representación del universo budista, un mandala gigante de piedra. Visto desde arriba, su base cuadrada simboliza el mundo de la forma y la materialidad, mientras que los tres niveles circulares superiores representan el mundo sin forma, la liberación. El camino para ascender está adornado con más de 2,600 bajorrelieves que narran la historia de Siddhartha Gautama, el Buda. Subir no solo es un acto físico, sino una peregrinación simbólica que te guía hacia la iluminación. Esta narrativa en piedra no solo ilustra su vida, sino que también sirve como una guía para los fieles en su búsqueda del Nirvana.
Las grandes campanas con forma de stupa que adornan las terrazas superiores albergan estatuas de budas en su interior. Según la creencia, tocar a una de estas estatuas trae buena suerte. La experiencia de subir, entender el simbolismo de cada nivel y sentir la energía del lugar, te conecta con algo más grande.
El templo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991, fue construido alrededor del año 800 d.C. Luego de una erupción volcánica, permaneció oculto por casi mil años. En el siglo XIX, los exploradores británicos Sir Thomas Stamford Raffles y Hermann Cornelius escucharon rumores de una gran reliquia y se aventuraron a la jungla para encontrarlo. El proceso de restauración ha sido largo, pero se ha logrado mantener el lugar en un estado óptimo. Sin embargo, al recorrerlo, se nota que muchas piezas, especialmente las cabezas de los budas, fueron robadas en el pasado.

El Reto de Volver a Yogyakarta
Después de disfrutar de la cima del templo, decidimos caminar de regreso a la salida. El sistema de carritos que nos había llevado hasta allí se volvió caótico y la gente no respetaba el orden, así que preferimos explorar el camino de un kilómetro a pie. La caminata fue una oportunidad para seguir descubriendo los senderos y los alrededores del parque. Al regresar a la terminal, esperamos aproximadamente una hora y media para el bus que nos llevaría de vuelta a Yogyakarta, poniendo fin a una jornada de exploración y aprendizaje.
Reflexiones de nuestra Visita a Borobudur
Nuestra aventura en Borobudur fue una lección que va más allá de la historia o la arquitectura. Fue una experiencia que nos obligó a mirar hacia adentro. Subir cada nivel, con cada paso, era un recordatorio de que la iluminación no es un regalo, sino una búsqueda. Las piezas faltantes del templo nos enseñaron que incluso en la imperfección hay una belleza que perdura, y que, al igual que los exploradores británicos, la verdadera aventura está en desenterrar las maravillas que la vida tiene escondidas para nosotros. Borobudur no solo nos mostró el camino del budismo, sino que nos recordó que las grandes experiencias se viven al ritmo de nuestro propio espíritu.









Consejos Prácticos para Visitar Borobudur
- Tours vs. Por tu Cuenta: Si tienes tiempo y buscas una experiencia más auténtica y económica, ir en bus es la mejor opción. Un tour es válido si tienes el tiempo limitado y prefieres la comodidad.
- Transporte: En Yogyakarta, toma el bus de la compañía Damri en la calle Jl Panembahan Senopati. El viaje dura entre 1.5 y 2 horas.
- Lo que Debes Llevar: El calor y la humedad pueden ser abrumadores. Asegúrate de llevar mucha agua para mantenerte hidratado.
- En la Entrada: Te pedirán que dejes tus zapatos y uses las sandalias especiales que te dan. El proceso es muy organizado.
- El Clima: El calor y la humedad son altos, especialmente en los niveles superiores del templo. Ve preparado con ropa ligera.
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La historia de Borobudur es una de las que más valoramos
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